La educación, una autocrítica recrea el diálogo personal entre Paulo Freire e Iván Illich y nos sitúa en el debate eterno, fundamental, si la educación es un subsistema que depende de estructuras políticas y económicas y por lo tanto puede ser distinto si esas estructuras cambian; o si en realidad es un sistema por sí mismo significativo.
En este caso, la descolarización puede ser un hecho revolucionario y debe comenzar por un cambio de la conciencia sobre la institución educativa.